Buenos días J Como
bien sabéis soy una autentica fanática de los vibradores Lelo, ya estuve hablando del vibrador lelo Loki 2. Como siempre
estoy hablando de ellos, he pensado que hoy os contare como empecé a
utilizarlos. Si volvemos 5 años atrás, una tarde estaba paseando con mi pareja
por el centro de Barcelona y le propuse ir a un sitio diferente.
Él es bastante
más vergonzoso que yo, al principio pensé que no le iba a poner nada la idea,
pero curiosamente cedió y finalmente nos lo pasamos en grande. Al sitio que lo
lleve fue un sex shop que había en las ramblas, uno de esos de toda la vida,
con cabinas de striptease y demás.
Una tienda grandiosa que ofrecía servicios
con chicas y cositas así. Pero mi intención realmente era introducir a mi
pareja en el mundo de la juguetería erótica. Todavía recuerdo la preciosa
vitrina de Lelo como si la tuviera delante de mí ahora mismo. De color negro,
iluminado y lleno de vibradores con diseños alucinantes. Era algo realmente
increíble para mí.
Y como no podía esconder mi emoción, obvio mi pareja se dio
cuenta y me dijo, ¿Quieres que te regale uno? ¡WWOOW! Fue como enamorarme de él
por segunda vez. ¡Y tanto!, le dije. Y así fue, elegí el que más me gusto, de
color negro por cierto. Pero la cosa no acaba ahí, mi pasión por lo vibradores
Lelo empieza cuando la dependienta me dice, ¿Conoces esta marca? ¿Sabes cómo
funcionan?
Entendí de primeras que era una pregunta con mucho fondo. Rápido
cogí su esencia, y supe que lo que me estaba llevando era algo más que un
juguete erótico. Hasta la fecha ha sido la mejor compra que hicimos jamás,
bueno ese y la de todos los vibradores Lelo que vinieron después y después del
último.
No paran de sorprenderme y por eso decidí un día abrir este blog y
compartir con todos vosotros mi devoción por ellos.